El reloj marcaba las 6 con 10 minutos y
el apocalipsis recién empezaba. Eran dos las horas de viaje que me esperaban
dentro de la buseta gracias al tráfico infernal, y como no cargaba audífonos,
me tocó escuchar los vallenatos de la radio, los insultos de los conductores y
los discursos de los carameleros. Pero también me tocó escuchar el muy
conocido: ¡Bájense con todo!
–¿Qué tienes para mí, colorado? –me dijo
uno de los ladrones cuando llegó a mi asiento.
–Sólo tengo dos tabacos, pana –le
contesté sin mentir.
Cogió los cigarrillos, levantó su arma y
sacó una bala; me la dio en la mano.
–Toma flaco, esto es lo que yo tengo para
ti. Hoy no la usaré.
(conoce más de nuestro autor Samir Issa en www.escritosdesamir.blogspot.com )
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