jueves, 8 de agosto de 2024

La voz del cielo. Protorelato por @Ed_M_Undo

 En un pueblo cerca de Cuenca pagaron cien mil dólares para que se lleven a los Estados Unidos a toda su gente.

Su mercado, su panadería. 
La industria de la coyotería

Del barrio y para el barrio.

La voz del cielo no escucha. No habla. Celoso.

El pueblo se llama El Zinchón y es uno de esos puntos en la geografía rupestre que ha sido castigado por cada mal del planeta. La voz del hombre. 
Cuando llegaron las bandas de vacunadores empezaron a extorsionar a los empresarios, luego a sus empleados, luego a las casas, luego a los peatones. Se tomaron el pueblo. Ya nada le pertenecía a sus propietarios.

Empezaron a dejar abiertas las casas para que dejen de romper las jambas de las puertas. 

Luego llegó la pandemia. Se fueron apagando las voces de los niños, de los viejos. Solo quedó un emparedado de edades desiguales. Se murió la fe y la poca esperanza que siempre hubo.

Sudamérica es una metarealidad. 

El espejismo más real que no deja de existir.

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