martes, 17 de enero de 2023

Nariz sin R es nazi.

 Ellos no sabían qué serían llamados nazis. Para ellos, era una inmensa responsabilidad ser parte del partido nacional socialista. Nacional. Nazionale. Ustedes me siguen la idea. Entonces mi padre no era un buen soldado. Era un soldado raso. Vago, alcohólico, perdido. En nuestra casa un tipo violento. Odiaba que mamá preparase ciertos platos. Le cambiaba el ánimo. Al final eso lo mató. Pero era mejor no comer que tener que aguantarlo. Con el tiempo, ese problema en casa lo convirtió en una leyenda. Sí, soy el hijo del soldado nazi que descubrió más judíos escondidos para evitar el holocausto de la historia. Si no hubiese caído en desgracia creo que habría destruido el mundo.

Verán, su apodo en el partido nazi era Nariz. 

Su nariz era pequeña, un poco ancha, su fosa derecha con una leve inclinación hacia arriba. Venas se notaban en la punta. Desde joven su nariz tuvo vellos largos, los cuales prefería arrancárselos cuando los descubría. Luego, científicos sopesaron que ese tipo de mutilación hizo que su riego nervioso estuviese tan sensible a las moléculas de olor.

Y el olor en la guerra era un problema también. Primero porque en los bombardeos, cuando los edificios se derribaban, mataban familias enteras y quedaban atrapados sus cuerpos entre los escombros. Eso nos dejaba días antes que empezaran a apestar. Me refiero a miles de cuerpos apestando todo el tiempo. Fue la primera vez en su vida que mi padre fue bueno para algo. Un coronel se dio cuenta que él iba directo donde estaban los cadáveres.

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