martes, 26 de octubre de 2010

El lado oscuro: el origen

El 20 de julio de 1969, la capital del continente/dimensión América logró posar con éxito su primer y supuesto último aterrizaje lunar. La nave Apolo 11 no levantó polvo al posarse sobre la superficie lunar que en efecto, fue una filmación bajo agua para poder ilustrarle a la gente lo que únicamente los astronautas habían podido vivir al hallarse tan lejos y no poseer la tecnología para replicar la experiencia de una manera visual, menos inmediata.

Cuando conocí a Buzz en una de nuestras meditaciones trascendentales entre dimensiones, yo de manera química y él a través de una simple nave personal, una especie de holograma físico, una réplica de la persona en otro lugar formada por iones, a la que Buzz solía llamar "mi alma humana".

Lo que Buzz me contaría cambió y os advierto cambiará la manera en la que estás programado para creer y entender cualquier dato que tengamos que no hayamos vivido, es como si todo puede cambiar otra versión de la misma historia. Así se dividen, construyen, destruyen y abandonan dimensiones. En nuestro caso no llevabamos la delantera, eran ellos quienes lo había descubierto por si mismos, mucho antes que nosotros.

A pesar de ser el segundo hombre en pisar la Luna, luego de Armstrong a quien definió como un cobarde, Buzz fue el hombre que más lejos llegó y nunca nadie alcanzará a igualar su hazaña. Verán, a pesar de que aquí fue simplemente un famoso astronauta, estableció el vínculo para el verdadero, mayor avance de la humanidad.

Esto fue lo que me contó Buzz: dice que cuando llegaron hasta el lado oscuro de la luna era como estar en la cima del mundo, como si al dar un paso empezarías a descender a otro lado, fue ahí cuando Armstrong le ordenó regresar, lo cual lo cumpliría en exactamente 5:55 minutos, tiempo en el cual Buzz desobedeció y empezó a caminar hacia lo desconocido. Estaba muy oscuro pero a la distancia parecía desvanecerse un leve resplandor, la oscuridad empezó a desaparecer, rebanada como mantequilla al calor, lo que vio tardó unos segundos en entender, pues sólo puedo explicarlo como una alucinación. Lo que Buzz vió y nunca nadie volvió a conocer directamente de él es que al cruzar el lado oscuro de la luna, había un grupo de 77 astronautas de todas las edades, acompañado de lo que parecían ser arañas gigantes amaestradas con un gigantesco letrero que decía "Bienvenido Buzz, te estabamos esperando". Un temblor lo hizo estremecer del susto y dejó aturdido. Era la palmada en el casco de parte del lider del grupo, Capitán Apolo XI quien empezó a decirle que luego empezaría el curso intensivo de coincidencias y destinos. Pero lo que Buzz no podía cerrar la boca de la impresión, era ver a nuestra tierra, del otro lado totalmente iluminada, con muchos más continentes, más radiante, más fecunda. "Somos nosotros mismos en otra dimensión Buzz, no logran vernos por que pusimos la luna para cubrirnos de cualquier ángulo que nos mires, pero el tiempo ha llegado para volver a unirnos, colapsar" el capitán Apolo Equis (como se hacía llamar) contempló en silencio y regocijo su completamente vivo planeta.

Luego de asombroso, pasó a lo verdaderamente inimaginable. Junto a Buzz pasó él mismo, se guiño el ojo, y entró trotando a la oscuridad, que era disipada por una de las arañas traslúcidas luminiscentes. "Es demasiado pronto para que entiendas lo que tienes que escuchar Buzz, pero tú mismo voluntariaste para reemplazarte el tiempo que sea necesario, por suerte en esta dimensión y como sucede con todos los predestinados, también eras astronauta".

El origen había empezado, y nos tomaría aún más tiempo del que calculamos encontrar la manera sencilla de mudar una dimensión en otra, sobretodo con la clara misión colectiva: nadie se debería dar cuenta.

Ed M. Undo
deportado de Utopía, redactor de las Crónicas de las 7 puertas.

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