domingo, 3 de julio de 2011

Dorian Grey censurado, por Nuno Acosta (tomado de www.gkillcity.com)



Nada exaspera más a la comuna beata que un dandy.
Si bien sus gustos y excesos distan de una persona de esas autocalificadas correctas y púdicas, es ese comportamiento de relevancia ególatra (que sólo los papas adquieren con el añejamiento) con el que el dandy se define como la antítesis de una sociedad primigenia.
El salpullido corroe a los benignos malditos, corruptos de alma que sobornan a la iglesia para seguir pecando, los forúnculos vespertinos que se ensalzan en su propio bodrio de hipocresía. Es la envidia que los carcome y por ende deben actuar: ejecutan una censura precautelar contra el insigne dandy para que deje de pasear por las calles. Lo encierran en su cuadro, le piden que envejezca y muera sin que nadie lo vea, sin que nadie siga su ejemplo, su mal ejemplo. Creen haber tomado una medida ejemplar ante la molestia generada por el que actúa contra lo establecido, piensa fuera de los límites, se comporta de una manera propia y liberal.
Así, hubieran censurado a Oscar Wilde, escritor e intelectual homosexual que dio vida a un ser aún más mordaz y perverso que sí mismo: Dorian Grey.
Hoy su cuadro se oxidaría en algún calabozo municipal, con la esperanza de que el tiempo desdibuje su rostro y envejezca hasta que no quede rastro de trementina que se pueda rescatar.
Reformatear el retrato por el facebook de Dorian Grey sería la solución.

BIO de Nuno Acosta (Guayaquil, 1979) Ávido lector y creativo por naturaleza, gestor del orgullo al tercermundo, fiel creyente del viaje en el tiempo, promotor de literatura en www.ficciondislexica.com, fundador y director de Laika agencia creativa digital, su animal favorito es el ser humano, su color la transparencia, su mayor vergüenza es ser disléxico y su mayor orgullo haber sido pobre.

sábado, 2 de julio de 2011

6.Pórtense bien, entrega final de la saga Nina Black S. por Ed Undo.





Por fin llegó el momento que tanto había esperado. Y lo hizo de la manera más sencilla: Nina Black S. decidió contactarme.

Nos conocimos un viernes a las 2:22pm en la cafetería de un prestigioso hotel de Guayaquil, ella era más de lo que yo esperaba. Tenía un semblante que blindaba su belleza, era como si a pesar de estar frente a mi la veía nublada. Extendió la mano y me invitó a sentarme, no nos saludamos.

"Pensé que eras más simpático Undo" mencionó sin mirarme. Su voz es de una niña madura, alguien que siempre contará con semblanzas de su adolescencia. Por algún motivo no tenía ninguna respuesta ingeniosa que darle, ella manejó casi completamente la conversación, su monólogo, como lo llegué a denominar una vez que ella había partido. Como me quedé callado ella replicó "Pensé que eras más creativo Undo".

(Ella nunca dice mi nombre, sólo mi apellido, que significa deshacer y eso es a lo que me dedico.)

"Siento una leve simpatía hacia ti, no encuentro motivo para habernos vuelto a encontrar, pasas desapercibido por vidas de otras personas, es como si ellos mejoran a través tuyo y tú eres tan estúpido como para conformarte en sólo observarnos" Nina se detuvo sólo para tomar aire, tomar impulso. Auch pensé.

"En los últimos tiempos nuestras conciencias se han estado fundiendo, lo cual me ha llevado a confundir, despierto de largos trances en los que veo lo que vives en tu patética vida (Auch) quiero que eso termine, me confunde lo que piensas, eres un desastre, no sabes lo que quieres en tu vida y en mis escritos apareces constantemente, tienes que detenerte, mi vida no es tu cadaver exquisito, si quisiera hacer uno tú serías a la última persona que buscaría " Nina enunció todo ésto mientras preparaba su café. (**Auch, de nuevo**)

Me armé de fuerzas y abrí por primera y única vez mi boca. "Lo siento, no es mi intención mezclarme en tus pensamiento, yo tampoco entiendo por qué pasa" dije. "También en mis escritos acerca de mi extraña búsqueda aparecen tus pensamientos, me está empezando a parecer que tú y yo tenemos buena química aunque esa química sólo exista mientras yo estoy despierto y tu duermes" casi susurré al notar que mis palabras no la habían conmovido sino habían despertado en ella algún tipo de llama interna, algo pasó en su interior que hizo que su mirada cambiara, de pronto yo me veía reflejado en sus pupilas y no reflejaba mi cuerpo, reflejaba mi alma.

"Undo, madura. Tú piensas que soy un invento de tus ideas, pero entiende, soy yo quien te inventó, tienes que entenderlo Undo, sin mi, tú no eres nadie".Nina Black S. cerró sobre mi su mirada, ya no existía el reflejo que había encontrado, existía amor y verdad absoluta, sentí que en ella vivía un pedazo de mi alma, el último vestigio del alma que había perdido, por lo menos estaba en un lugar seguro, sano, fértil.

"Voy a desaparecer de tu vida y no quiero que trates de buscarme, no quiero que me vuelvas a contactar, olvídame, no te atrevas a encontrarme, quiero que me des tu palabra" lo dijo con tal convicción que sólo pude asentir con mover mi cabeza" Nina empezó a incorporarse. "Debo partir, no me sigas, en serio, quiero lo mejor para ti, aunque estoy casi segura que estás maldito, recuerda que no eres lo que aparentas, tú crees que me creaste a mi, cuando fui yo quien te creó, y para probártelo, quiero que cierres tus ojos 2 segundos".

Le hice caso, siempre lo haría, y dije en un susurro "me he portado bien" y cuando abrí los ojos había desaparecido. Sólo quedaron sus cuentos, sus historias, sus hazañas que me parecen tan reales. Desapareció frente a mi para dejarme más confundido de lo que estaba. Aquí termina la historia de Nina Black S. Yo escribía acerca de ella mientras ella escribía de mi y yo no lo notaba, escribimos juntos sólo un instante, una fracción de siglo. Nuestro encuentro terminó a las 2:34.

Adiós Nina.


5.Tarde, la última narración de Nina Black S. para daltonicadislexica.com



Como toda gran mujer, (sí, lo soy), hombres nunca faltan ni las buenas intenciones. Me he dado el lujo de descartar humanos como si se trataran de cosas, muebles, zapatos.. qué se yo. He esperado pacientemente a quien ilumine mi vida sin saber el por qué. Siempre supe que sólo lo sabría.

El llegó, pero no como lo esperaba. El tomó su decisión sin balas en la cabeza. El no me esperó.
Tal vez el no pensaba en mi como yo en él. Tengo 11 años buscándolo. Tengo cartas que datan del siglo pasado donde le escribo, sin conocerlo, que lo sé. No ha sido recíproco y mi andar lo lamenta.

Pero hoy tengo una cita. Un gran partido, dicen. Claro, las amigas lo que les importa es la gran casa en esa isla superficial con grandes edificios, mucho tráfico y mal diseñado. El departamento con vista al mar y la tranquilidad económica. La gran familia, el renombre, el buen vestir. Tiene unos 8 años de vida más que yo y ofrece muchas de las seguridades que cualquier mujer sensata buscaría.

No es el amor de mi vida. Lo sé. Pero él no ha llegado tarde. Probablemente él llegue tarde a su alma gemela, o tal vez nunca la conozca. Es sin embargo, una oportunidad de seguir otro capítulo, de comenzar nuevas vidas, de olvidarnos, de ser mejores. Dicen que no debemos hacer lo mismo siempre, y yo me la he pasado descartando. Ya no quiero hacerlo.

4.Cómo volví a conocerla, por Ed Undo


La odio. No la puedo encontrar. No la puedo entender. No me logra aceptar. No deberíamos habernos conocido, peor aún si vivimos en dimensiones paralelas, tan cercanas e inalcanzables. Ella me hizo sentir algo que creí haber olvidado hace mucho tiempo, algo con lo que había perdido todo rastro humano: el sueño. No la capacidad de imaginar que la evolucioné a soñar despierto, sino la habilidad de buscar descanso, de dejar de pensar, de renacer, de llamar hogar aquel lugar donde reposas la cabeza. La odio por haberme contagiado de su narcolepsia, yo a cambio le cedí mi ansiedad colectiva, mi síndrome de abstinencia. Entre los dos nos vamos a aniquilar: ella un amasijo de emociones sin brújula (da miedo), yo un desastre pasional, un crimen a la humanidad, un témpano de confusiones.

Mi historia es complicada e intrínseca y si todo se puede terminar creo que no es precoz contarla en este momento. Mi alma es muy antigua, de las más antiguas del continente, no existen muchos de mi especie, ergo, soy un solitario por naturaleza.

En la antiguedad, dada la gravedad de la supervivencia fuimos forjados en equipos de dos, como podrán imaginar, ella y yo, nuestra única misión: cuidar un alma colectiva. Pero la perdimos en batallas mutuas, en sus confusiones y mis equivocaciones, dejamos de hablarnos por lustros, nos alejamos a años luz y nos olvidamos que existíamos.

Lo más extraño es que siendo yo el que más la necesitaba la había olvidado totalmente, y siendo ella quien escapó y nunca quiso saber nada de mi, fue ella la que reanudó el contacto.

Nos perdimos durante siglos, yo no reconozco su poder, algo nubla mi sexto sentido, pero ella ve en mi algo especial, espacial, algo que jamás nadie había descubierto, quizás somos la misma criatura que nos perdimos y no se reconoce al verse, fue así como nos reencontramos: antes de conocernos, veo en ella eternidad, trascendencia, blanda ultraviolencia, ansiedad, necesidad de atención, confidencia. Y así fue como volví a conocerla.


3.Hoy vi su historia, por Nina Black S.



Me he quedado fuera de la casa, como si las llaves estuviesen adentro. Me gusta sentir su calidez, su quietud, su perfume. Me ha dado tranquilidad de alguna forma éste cuadrado de cemento en el que he apoyado mi espalda. Creo que me entiende, de alguna forma, no me juzga, sólo me sostiene.

Guardo un sentimiento para un ser especial. Me tiene trabajando las neuronas todo el día y aparece hasta en mis sueños. Hoy he visto capítulos de su vida que desconozco, y siento, que ese es otra persona. Tal vez lo he diseñado en mi mente tan perfecto que no existe, y tal como Pigmalión, me he enamorado de mi propia obra. Mi propia Galatea. Hoy vi su historia. Hoy me sentí intrusa. Hoy lo soy.


He venido a romperle sus estructuras, sus recuerdos, su torta falsa, su vida. No lo he maquinado, más bien, he sido utilizada como ficha de ajedrez desde allá arriba. Este rol no me gusta, pero parece ser que en el universo alguien tiene que hacer de Judas, en algún momento. Yo no quiero serlo, o por lo menos, cambiaré la historia. No me entregaré por las monedas, ni me quitaré la vida. Hoy vi su historia. Hoy le pido perdón.


2.Ser cobarde y callar, por Nina Black S.



No ha salido de mi sistema tanta miseria que tengo adentro. El sendero ha sido largo, mi alma está cansada. No he querido enfrentar las situaciones, mi expertise es huir. Muchos lo hacen así también y seguimos vivos. Pero hoy, hoy me he preguntado sí podría gritarlo. Si esto hará un cambio sideral. No he encontrado respuesta, pero algo sí he tenido claro: el abandono no lo resuelve.


¿Es realmente callar un acto heroico? En ocasiones sí. Cuando duele, cuando es mejor.


No es mi caso.


Mi alma es putrefacción, me lastimo a mí misma. Que me agarren confesada, tengo que decir, lo siento. Perdóname. No lo busqué, no fue mi intención, no pensé. Mi pecado ser honesta, mi pecado confiar, mi pecado la ingenuidad. Hoy soy miseria y creo que nadie quisiera verme. O tal vez sí.