sábado, 13 de diciembre de 2014

Game Over: literatura transgresiva por @Ed_M_Undo

etiqueta game over cuento

La humanidad está perdida. Cuando encontraron los primeros restos de Kiki Montesco parecía obra de la más viciosa jauría de coyotes hambrientos. Cuando el médico forense vio los restos vomitó su mocachino y dijo son mordidas humanas aún estaba en shock. Cuando entendí los procesos sádicos a los que fue sometida Kiki lloré por la hija que aún no tengo, que ahora nunca tendría. Cuando mi obsesión por hallar al autor de esta terrible tragedia empezó fue en el momento exacto que el caso fue declarado sin solución, era 1999 y ese día renuncié y decidí dedicar mi vida a Kiki. Cuando unos niños encontraron un cráneo humano y fue identificado como uno de los miembros faltantes de Kiki yo ya estaba tras la pista de su asesino, me tomó 15 años. Cuando lo encontré había planeado tanto la forma que lo iba a matar que tuve una epifanía. Pasé tanto tiempo investigando en archivos polvorientos que decidí dedicar mis madrugadas a escribir en internet, a aprender que significaba y era un blog. Cuando descubrí facebook muchos amigos descubrieron que seguía vivo. Yo solo vivía para vengar a Kiki. Cuando me memoricé la rutina de su asesino decidí empezar a planear su venganza. Tanta investigación me dejó tantas pruebas que sabía que muchos compartirían mi sentimiento de venganza.

Atrapé a Junior Compton un jueves, lo senté frente al set de tv que tenía armado desde hace 4 años, publiqué el sitio web. Lo solté en facebook, en twitter, en mi blog, en toda red social. Quería que la gente se una, me apoye, quería compartir mi venganza. Si llegaba a los 100.000 likes iba a matar frente a las cámaras a Junior. En sitio web de mi propia autoría era una foto del sitio donde encontramos a Kiki, donde la conocí demasiado tarde, un manifiesto explicaba por que había dedicado mi vida a buscar a su asesino y por qué había decidido ir a prisión para vengarla.

Estaba equivocado. Cien mil likes no conseguirían nada. Cuando mi caso llegó a CNN era tendencia en todas las redes sociales. Tenía 29 millones de likes y 40 mil comentarios que decía hazlo.

Hoy estoy preso de por vida por el asesinato en vivo de Junior Compton y la policía no sabe como investigar a los 45 millones de personas que me apoyaron, mis 45 millones de cómplices. Hoy vuelvo a dormir feliz. Yo sé que Kiki está orgulloso de mi.

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