jueves, 20 de agosto de 2015

Globo con caliche, cuento por Ariel Pavón @ArPavn

imagen de globo en el piso junto al título globo con caliche de Ariel Pavón para el blog ficciondislexica.com

Ahí iba Horacio, en un vuelo con inicio y fin y turbulencias muchas turbulencias. Su mente parecía estar destinada a volar y volar sin fecha de aterrizaje.
Entre nubes pregunta tras pregunta atormentaba su viaje y entre árboles, ríos, mares  y montañas no era distinto.
Un ser tan vacío como un globo con un caliche, imposible de llenar, difícil de parchar e insignificante para tomarse la molestia de arreglarlo.
La diferencia es que este globo con caliche sentía, hablaba, pensaba y sufría sobretodo eso, sufría, y al poseer todas estas cualidades también soñaba.
Como todos fantaseaba con una vida mejor, con una realidad mejor, soñaba con
poderse inflar algún día y volar y hacer feliz a alguien hasta que llegue el día de reventarse .
Soñar no cuesta nada dicen algunos, pero tal vez algún día un sabio diga que soñar puede costarte la vida y si no lo han dicho aun, entonces algún día un iluso soñador empedernido lo afirmara.
No basta ser soñador, al soñador se le pasa la vida, se estanca, pierde la existencia enamorado de sus sueños, entre ilusiones y fantasías, entre riquezas imaginarias y amores imposibles, el reloj de arena hace su trabajo y el soñador termina hundiéndose consumido en el tiempo.
Se necesita ser hacedor, no hay garantía de éxito y felicidad, pero si hay garantía de saber acerca de que ocurre con el famoso “que pasaría si es que”, y aunque tal vez no todos valoren la importancia de eso, libera el alma saber ese pequeño detalle, en definitiva ser hacedor es de valientes y de locos locoo locoo locoooooo!!!
-        - Ehh, ¿que que paso?
-        - Hasta que despertaste Horacio, ya vamos tarde al colegio, apúrate loco

-        - Hoy me le declaro a Leticia, el globo se infla porque se infla
  

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