jueves, 14 de mayo de 2015

Imposibles, poesía por Camila Yerovi Avendaño

imagen de una roca en la que crece una planta con el título imposibles de la autora camila yerovi avendañi para el blog ficciondislexica.com

Te reconozco, eres quien siempre esperé en esencia... Tan solo en esencia. El mundo y sus prejuicios sembrados en mi cabeza no me permiten aceptarte de todas las formas posibles (y tal vez por eso coseche soledad). No me permiten aceptarte como aquel que quiero a mi lado para un día o dos, o para el resto de los días que me sobren de existencia.

Me asaltas los pensamientos todas las noches, me desespero, quisiera poder traerte hasta aquí por arte de magia, pero aún no encuentro el conjuro adecuado. Sin embargo, sé que te pienso y me piensas, y nos pensamos. Te busco en los espacios más oscuros y deliciosos de mi mente y te encuentro. Estás ahí mirándome, venerándome como siempre... Desde siempre. Me rindo al fervor de los ojos que me recorren y te siento, te sé. Te sé mío, naturalmente. Te reprendo por esto que causas e inmediatamente te beso. 

Luego, abro los ojos y entiendo que son solo reflejos de mi alma, son ansias palpitantes, una sed agobiante, no sed de ti, sed de nosotros; eres tú clavándote en un lugar que creí muerto, eso que llaman corazón. Tan herido y maltratado el pobre estaba, pero la fortuna me sonríe a través de ti.

Lo siento, jamás podremos ser, no en esta realidad, no con abismos impuestos por mí misma separándonos. Tal vez mueras y persiga mi destino, y renuncie al linaje y seamos. Quizá ese es el destino trazado, más no puedo hacer. Soy cobarde para esas cosas, creo que lo sabes. Quizá deba dejarlo así, un día quiero y al siguiente no, creo que lo sabes. No me gustan las ataduras, no me gusta depender de nadie y que nadie dependa de mí, creo que lo sabes. No me gustan las historias de amor típicas, me gustan las conflictivas, las silenciosas y simples, las imposibles y me temo que esto también lo sabes.

Jamás moveré un dedo por retenerte ni te dedicaré más letras que estas, no por orgullo o por la imposibilidad de corresponder, sino por el bien de nosotros mismos, el tuyo sobre todo. Mereces una Lúthien, no esta. Esta no enfrenta al mundo por nadie, por mucho que quiera. Esta prefiere sumirse en libros, ya sea en el mundo de Tolkien o en el de Zemansky. Dividida entre números y letras. Una, herencia de noble y tradicional estirpe; otra, inexplicable pasión innata. 

No me quedaría más que desearte alegrías y tranquilidad a lo largo del camino, pero soy egoísta, y deseo que mueras de mí, para luego tal vez vivir yo de ti. De un recuerdo. Y así finalmente, al ocaso, después de mi larga travesía, salir al encuentro y morir de ti. No hace falta que agregue un tal vez y esto, esto también lo sabías...

imagen libre de derecho de uso: www.corbis.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario